Habilidades blandas

Habilidades laborales relacionadas con lo interpersonal, la inteligencia y la personalidad del individuo.

¿Qué son las habilidades blandas?

La habilidades blandas, o soft skills, son aquellas habilidades laborales relacionadas con lo interpersonal, la inteligencia y la personalidad del individuo, que tienden a facilitar el trabajo, la interacción con los demás y a mejorar el desempeño individual.

Estas permiten distinguir a dos personas que, aún habiendo alcanzado el mismo nivel académico y obtenido idénticos resultados, se comportan de manera diferente ante las funciones que desarrollan en la organización, mediante sus competencias y hábitos.

A diferencia de las habilidades duras, las blandas son más difícil de cuantificar y medir. Suelen obtenerse a través de programas de desarrollo interpersonal y experiencia.

Importancia de las habilidades blandas

La jornada laboral, con sus desafíos y problemáticas constantes, ocupa varias horas diarias en la vida de las personas, por lo cual desarrollar habilidades blandas brindará muchos beneficios. Entre ellos:

  • Permiten un mejor manejo del estrés laboral.
  • Generan una mejora sustancial en la conducción de los equipos de trabajo.
  • Ayudan a mejorar las relaciones interpersonales dentro y fuera de la organización.
  • Crean un ambiente laboral de comunicación, cooperación y respeto.
  • Aumentan la productividad y la retención de empleados.

Ejemplos de habilidades blandas

Las organizaciones han comprendido que es imprescindible contar con las siguientes habilidades blandas en sus equipos de trabajo:

  • Comunicación efectiva: la comunicación es una habilidad social de gran importancia. Dominarla mejora las relaciones personales y de trabajo. Desarrollar la capacidad de escucha activa y la empatía con los demás, allana el camino para una comunicación más efectiva.
  • Creatividad: es una de las habilidades más buscadas. Las organizaciones necesitan personas que puedan resolver problemas, a través de nuevas ideas y conceptos que se generan en las diferentes áreas de la organización.
  • Colaboración: todos los integrantes de un equipo son responsables de los resultados que se obtengan, por ello la cooperación y ayuda mutua son fundamentales a la hora de garantizar el éxito.
  • Pensamiento crítico: el desarrollo del pensamiento crítico permite abordar los problemas de manera consistente y sistemática, reflexionando acerca de preconceptos, creencias y pensamientos que muchas veces condicionan nuestra percepción de la realidad.
  • Iniciativa: tomar decisiones o actuar sin esperar instrucciones para hacerlo es una habilidad muy solicitada por las organizaciones, porque da cuenta del carácter y potencial de la persona.
  • Adaptabilidad: es importante poder adaptar la propia conducta, aportando la versatilidad necesaria a las situaciones que lo requieran.
  • Productividad: una de las habilidades blandas más importantes para una compañía consiste en que sus empleados puedan lograr resultados sostenibles, realizando las tareas solicitadas en el tiempo acordado, de una manera más eficaz y superando los estándares mínimos.
  • Autonomía: poder ser independiente y tomar decisiones o realizar acciones por los propios medios.
  • Inteligencia emocional: desarrollar IE permite reconocer nuestras emociones (positivas y negativas) identificando también las de los demás. Al detectarlas se puede ejercer un control que regule las emociones en el contexto social.
  • Liderazgo: contar con personas capaces de incentivar, motivar y ejercer influencia en el comportamiento o modo de pensar de los equipos de trabajo, es clave para la ejecución de proyectos de una compañía.
  • Responsabilidad: se deben asumir las funciones del puesto de trabajo, cumpliendo con las obligaciones que demanda. Asimismo, la responsabilidad también pasa por la manera en que nos relacionamos y comunicamos con los demás.
  • Fuerza de voluntad y esfuerzo: poner lo mejor de cada uno en la tarea que se está realizando, con el fin de llevarla a buen término y alcanzar el resultado fijado.
  • Organización: ser organizado permite disponer sistemáticamente de un orden que conlleva a tener una vida personal y laboral más estructurada, promoviendo una cierta estabilidad emocional.
  • Concentración: desarrollar la capacidad para poner atención solo en la tarea o actividad que se está realizando, aumenta la productividad personal y mejora la calidad de los resultados.
  • Resolución de problemas: diariamente se presentan un sin fin de problemas empresariales que deben atenderse. Para poder ocuparse de ellos, es necesario contar con una serie de capacidades y habilidades del pensamiento, muchas de las cuales se pueden aprender.
Bibliografía:
  • Bohlander, George W. y Snell, Scott A. Administración de Recursos Humanos. México: Editorial Thomson. 2007, 14ª Edición.
  • Soft skills. Recuperado de Wikipedia

Autor:

Licenciado en Administración (Universidad Nacional de La Plata). Maestría en Administración de Empresas (Universidad Nacional de La Plata). Consultor en Gestión de Proyectos.

Citar artículo:
Martín Esteban Gutiérrez (2020). Habilidades blandas. Recuperado de Enciclopedia Económica (https://enciclopediaeconomica.com/habilidades-blandas/). Última actualización: enero 2023.
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